martes, 2 de marzo de 2010

Trio Esquina (César Stroscio (bandoneón), Pino Henríquez (guitarra eléctrica), Hubert Tissier (bajo)

Trio Esquina (César Stroscio (bandoneón), Pino Henríquez (guitarra eléctrica), Hubert Tissier (bajo) Trio Esquina (César Stroscio (bandoneón), Pino Henríquez (guitarra eléctrica), Hubert Tissier (bajo)

César StroscioCésar Stroscio

Hubert TissierHubert Tissier

Pino HenríquezPino Henríquez

Leonardo SanchezLeonardo Sanchez quien desde 2004 alterna con Pino Henriquez


César Stroscio apareció en la escena tanguera cuando surgió en los años 70 el grupo del Tata Cedrón, del que fue uno de los fundadores. Allí –en una época en la que todos los bandoneonistas jóvenes mostraban en su estilo interpretativo claras influencias de Astor Piazzolla- su toque introspectivo, lírico y cargado de melancolía lo hacían aparecer –al menos para los relativamente conocedores- como un (único) continuador de la forma de tocar el bandoneón del por ese entonces casi ignorado Eduardo Rovira. Radicado en Francia desde 1975, en una gira del grupo del Tata decidió quedarse allí y no volver al país, dadas las persecuciones políticas existentes hacia artistas considerados de izquierda. Allí se dedicó a la enseñanza, grabando recién en 1988 un disco con el poeta Juan Gelman, en el que se intercalaban solos de bandoneón de tangos clásicos con poemas recitados. En 1992 formó junto al guitarrista Pino Henríquez y el contrabajista Carlos Carlsen (también ex integrante del Cuarteto de Cedrón), a los que se agregaba la cantante Susana Rizzi, el Trío Esquina, grabando su primer disco con esa formación. Su disco siguiente, ahora reeditado aquí, fue en 1995 Azul y vos, con el francès Hubert Tissier en el bajo en reemplazo de Carlsen y ya sin la cantante. Hay que decir que la referencia anterior a Rovira no es casual ya que el grupo adoptó su nombre de un tema de Rodolfo Alchourron arreglado por el bandoneonista y el tema que da el título al disco está dedicado a él. Por si esto fuera poco, de las primeras cuatro composiciones del disco, tres pertenecen a Rovira y la otra, 5 de abril, está también arreglada por él. Los temas del gran autor y bandoneonista son ofrecidos en interpretaciones notables, así A Evaristo Carriego está presentado en una interpretación profundamente emotiva, con un gran solo de bandoneón, Sónico revela las virtudes contrapuntísticas de Rovira y Que lo paren, tal vez la última composición importante conocida del autor, está expuesto en una extensa versión de más de 8 minutos de duración en la que Stroscio ofrece su solo más febril y extravertido. De las restantes obras hay que destacar la introspectiva interpretación de Buenos Aires, hora cero, de Piazzolla y la de la vibrante milonga de Anselmo Aieta Corralera, que cierra la placa. Cabe resaltar también la perfecta amalgama de Stroscio con Henríquez y Tissier en un disco más que recomendable.
El siguiente disco del trío, Tangos para el Corto Maltés aparentemente surgió de una idea aparecida en una noche etílica, que llevó a un encuentro con el notable historietista Hugo Pratt en el que se pergeñaron algunos temas inspirados en el comic y otros basados en sus gustos (reales o imaginados). La muerte de Pratt en 1998 dejó en alguna medida trunco el proyecto pero el disco salió finalmente en 2001 y ahora es también reeditado aquí. Los dos primeros temas, inspirados en los personajes del comic son el conmovedor Corto y Louise, con un magnífico solo de Stroscio y La senegalesa, que mezcla ritmos de la milonga y el candombe. Hay dos temas de Piazzolla, el conocido Decarísimo y el mucho menos transitado y notable El penúltimo, que parece gustaba mucho a Pratt. El resto son clásicos que –o bien eran del gusto del escritor o los integrantes del trío así lo suponían- y así nos podemos encontrar con excelentes versiones de Maipo y La cachila, de Eduardo Arolas, Ojos negros, de Vicente Greco y Mi refugio, de Juan Carlos Cobián entre otros, en los que el trío da sobradas muestras de su afiatamiento y permite grandes solos de Stroscio, sobre todo, pero también de Pino Enríquez, con la sólida base rítmica que proporciona Hubert Tissier. Otro disco excelente que, lamentablemente, es por ahora el último del trío que –cabe señalar- también ha hecho varias presentaciones aquí en vivo, en este caso con Ricardo Capria reemplazando a Tissier en el bajo. Jorge García. Fuente El amante.com